Poesía Ambiental

Angie_Escobar_Poetisa_1Es liderada por la profesora Fanny Puentes en la clase de la profe Fanny la poesía no solo se escribe, también se baila, se canta, se trova y se juega con ella. “En nuestra clase escribimos todo el tiempo y sobre todos los temas: el colegio, el barrio, la familia, la lluvia o el hambre. La poesía y el lenguaje son instrumentos para explorar nuestros sentimientos” comenta la maestra, quien no teme a implementar todo tipo de estrategias para enseñar a los niños que el conocimiento puede ser divertido. “A nosotros nos encanta ‘atracar’ la biblioteca del colegio. Vamos con los niños y nos robamos las palabras. Yo no les digo cómo escribir poesía. Hablamos de sus sentimientos, de las cosas de las que quieren hablar, las ideas que tienen y miramos cómo lo quieren escribir, cómo poner eso en palabras.

”Angie Escobar, estudiante de 4° grado del colegio Rodrigo Lara Bonilla, le apostó a sus sueños y ganó. Su poema fue uno de los 15 finalistas entre 9.000 piezas literarias presentadas al XIII Festival Nacional de Poesía Infantil y Juvenil de Medellín.Soñar sí paga”.Esa fue la lección que Angie Katherine Escobar, estudiante de 4° grado del colegio Rodrigo Lara Bonilla de la localidad de Ciudad Bolívar, aprendió luego de emprender un verdadero viaje literario de la mano de Fanny Puentes, su profesora y mentora.

Angie le apostó a su talento y, con el apoyo de la maestra, envió su poema al XIII Festival Nacional de Poesía Infantil y Juvenil de Medellín. Con la pieza titulada ‘Mi sueño del corazón’, la pequeña escritora del colegio Rodrigo Lara Bonilla se hizo acreedora de un lugar en la gran final del evento, que se llevó a cabo en el Planetario Municipal de la capital de Antioquia.

 

 

Angie_Escobar_Poetisa_4Como el tema del concurso eran los sueños, Angie echó mano de su sueño más profundo y lo convirtió en unos versos ‘salidos del corazón’. “Yo le escribí este poema a mi papá, para que regrese porque mi mamá, mi hermano y yo lo extrañamos mucho. Espero que algún día pueda leérselo” cuenta la niña, que además aprendió en esta aventura que los versos pueden aliviar el alma.